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domingo, 27 de septiembre de 2009

INTACTO

Como conté en uno de los blogs anteriores, he amado mucho a una mujer en una etapa de mi vida en donde la pequeña había quedado algo distante.
Ella fue el amor de mi vida, su nombre fue Camila, la conocí un día, casi por casualidad, y desde entonces no pude separarme mas de su lado, aun hoy la amo, y creo que la amaré para siempre.
Bella, íntegra y buena persona, me salvó y me hizo sentir vivo.
La amé con locura, la cuidé, la hice mía para siempre.
Con ella soñé tener hijos, familia, toda una historia hasta la vejez, toda la vida.
Ella falleció una mañana mientras llevaba a sus parientes de otras provincias, las invitaciones de la boda, nuestra boda. En una ruta, entre los vasos de un conductor alcohólico.
Mi novia quedaba ahí, se me arrebataba de las manos, me la quitaban y la alejaban de mi cuerpo, me arrancaban impiadosamente lo que yo mas amaba.
Intacto quedó todo, nuestra casa, nuestros sueños, nuestros hijos, todo quedó ahí. Como detenido en el tiempo.
No pude amar jamás, aún no puedo.
Como se puede amar si la persona que elegiste ya no está fisicamente? como se puede formar una familia, hijos, todo sin ella? es imposible.
La muerte no mata el amor, no lo mata, y a veces la pérdida lo fortalece, lo hace infinito.
Yo tenia con su familia una relación de amor puro, de hijo, de hermano, ellos conocían todo de mi y yo todo de ellos. Nos amábamos como familia, habíamos estrechado vínculos tales que su muerte no pudo disolverlos. Yo seguí siendo el tío, el hermano, el hijo, todo igual hasta el día de hoy.
Hace unos meses, fui invitado a una fiesta. Se casaba la sobrina de Camila, su ahijada, su amor, su mimada, su consentida.
Recibí la invitación entregada por ella misma, acompañando con el sobre un "tío" tan amoroso y tierno, "tio, no faltes, es mi boda y quiero que estés conmigo, vas a venir tío?".
como negarme? imposible. Adoro a esa niña, no solo por lo que significaba para ella sino lo que significa para mi, verla casarse hubiese sido muy emocionante para mi amor, felicidad plena.

Un mes antes de la boda, recibí la llamada telefónica de la que era mi suegra.

- hola hijo, cómo estas Ale? podés venir a tomar unos mates ? necesito hablar con vos, preguntarte algo. podes?

- si claro, esta tarde voy.

Termine mi jornada laboral y fui a su casa. Me recibieron amorosamente como suelen hacerlo, aunque no me gusta mucho ir... me recuerda la pérdida irreparable.
En un momento entre la charla amena, la mujer no pudo disimular la tristeza, y lentamente fue exponiendo los motivos de su llamado.
Voy a intentar reproducir el dialogo.

- Mirá Ale... yo se que tal vez no estés de acuerdo, por eso quería preguntártelo, quería consultarte... se casa Melina, viste lo que la nena significaba para Camila, ella la adoraba... era su ahijada... y bueno... yo pensé que tal vez la nena pudiese usar el vestido de novia que Camila no pudo estrenar para la boda con vos, o sea... viste que es un vestido hermoso, costoso, Meli jamás podría tener un vestido así, está intacto, guardado tal como ella lo dejó... yo quería preguntarte si puedo dárselo para que lo luzca en su honor... a Cami le hubiese encantado eso... me parece.. bah.. no se.. quería preguntarte que sentís, que te parece lo que te digo...

Vi en su mirada mucha tristeza cuando me lo decía, por momentos creí que lloraría, pero no, se mantuvo sin llorar.

En cambio mi alma se comprimió. Nunca había visto ese vestido de novia... y tenerlo ahí tan cerca me revolvió el estómago, me hizo un nudo en el pecho, y me invadió una angustia infinita.

- Pero el vestido esta acá?
- si, queres verlo?
- si por favor.

Se puso de pie y me condujo a su dormitorio, abrió un enorme placard y sacó una caja blanca, revestida en seda, con detalles de flores también blancas.
Era una caja grande, la apoyó sobre la cama y abrió la tapa...

Ahí estaba...

... no puedo explicar precisamente lo que sentí al verlo.
Estaba el vestido, una corona de cristales pequeños y un ramo también de cristal. Luego su madre me explicaba que en la coronita y el ramo iban enganchadas flores naturales.

Me quedé mudo. Sin reacción. Como fuera de mi.
Me acerqué a la caja y tomé el vestido entre mis manos.
No sé como empezaron a brotar tantas lágrimas... un llanto desmedido... incontrolable.
Con el vestido en las manos, no podía parar de llorar, con angustia, con pasión, con un dolor infinito.
Su madre comenzó a pedirme perdón... balbuseaba frases como : no debí decirte nada... perdoname Ale, no sabia que ibas a ponerte así... mejor lo guardamos otra vez... etc

Yo en cambio, dejé el vestido sobre la cama para no ensuciarlo con lágrimas y le pedí por favor que se lo entregue a Melina.

Así lo hizo.

Mi sobrina me había pedido que sea yo quien la lleve al altar ese día, su padre murió y como ella amaba a su tía, a su madrina, y sabia la historia que había detrás de ese vestido... quiso que fuese yo quien la conduzca hasta el altar.

Pero no pude hacerlo... no pude.
Le agradecí pero no, no acepté su propuesta.

El día de la boda, no pude dejar de llorar.
Expectante en la iglesia esperando que llegue mi sobrina.
Las puertas enormes del templo se abrieron y con el sol a contraluz entró Melina luciendo su vestido, bellisima, indescriptiblemente hermosa, con el traje de mi amor, el sueño de mi vida, el vestido que iba a ser para mi boda.

Ay no puedo expresar lo que sentí al verla...

Bajé la mirada, cerré los ojos y no la vi pasar delante de mi.

Salí de la iglesia, entré a mi auto y me quedé ahí recuperando el aliento y tratando de controlar mi llanto.
Ni siquiera pude estar en la ceremonia. No quería que me vean llorar.

Era un día feliz, su boda, su gran día. No podía arruinarse con mi pena.

Me recompuse y parado junto a la puerta la vi salir de la iglesia radiante, feliz, mirando para ambos lados como buscándome.

Le toque el hombro, volteó y me dio un abrazo enorme.
Me dijo al oído: GRACIAS TIO y mis lágrimas dejaron de caer como magicamente.

Así de pronto, sentí calma. Como tocado por una varita mágica.

Sin dudas Camila estaba ahí , seguramente feliz. Ella había alejado mis lágrimas, me había calmado, como siempre, una vez mas.

martes, 22 de septiembre de 2009

ES TUYO, LLEVALO A TU BLOG.


Humildemente me tomé el atrevimiento de prepararles un premio para TODOS ustedes que visitan mi blog, que leen, que firman o no, que dejan su huellita aunque sea en el contador, que me dan ánimos, fuerzas y alegrias. A todos ustedes que me dieron sonrisas, lágrimas de emoción, que me transportan en sus blogs personales a mundos paralelos que visito y adoro, a todos incluidos aquellos que no me quieren, que defienden su causa, recíbanlo de corazón a modo de agradecimiento por la sinceridad. GRACIAS A TODOS y acepten todos los que vengan a visitarme, este humilde regalo, este premio que hice con mucho amor para ustedes. Por favor péguenlo en sus blogs, para sentir que mi agradecimiento y afecto llegó a cada uno de ustedes.

Muchas gracias por todo.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

LA VIDA Y LA MUERTE

Lloré como hacia bastante tiempo que no lloraba, sin siquiera poder lavar una sola de mis lágrimas, mi madre se iba para siempre, dejando en su lugar el vacío del amor desinteresado y noble. Como iba a continuar sin ella? cómo? no encontraba la respuesta. Miraba a mi familia, mis sobrinos, todos lloraban y se preguntaban lo mismo.
Esa mujer que yacía con los ojos cerrados, había sabido construir y con buenas bases algo bueno en cada uno de los que estábamos ahí.
Tomé una silla y me senté junto a su lecho, ese espacio pequeño que la contenía como si fuese una joya muy valiosa, no pude llamarlo ataúd porque en el solo hay muertos, y mi madre no estaba muerta, no era ella, bueno si, era ella, pero estaba dormida. Acaso se duerme la gente en los ataúdes? creo que mi madre si. Porque las madres no mueren jamás. Buenas o malas, no mueren, siguen con nosotros para siempre.
Como les decía, tomé la silla y me senté junto a ella, y la miré largo tiempo.
Su cara rígida, sus ojos cerrados, era mi madre dormida. Como cuando la cuidé en la clínica estando enferma, de la misma manera, en la misma pose. Solo que su pecho no se movía.
Ahí me quedé viéndola dormir, atrapando entre sus manos la rosa mas hermosa que pude conseguirle, ya que a ella le gustaban las flores y yo solía regalárselas.
Ese día dudé si rosas o jazmines. A mi madre le gustaba oler los jazmines y sonreía cuando se los regalaba, me acariciaba tiernamente como si tuviese tres años y me decía sonriendo: gracias hijito.
Ese día sus manos no me acariciaron ni tampoco me agradeció en diminutivo. No iba a hacerlo nunca mas, jamas volvería a escuchar su voz. Temo olvidarla algún día.
Mi gesto serio no podía detener las lágrimas que caían como cae la lluvia por una ventana, solos, sin gestos, mis ojos se derramaban de dolor.
Por momentos alguien se me acercaba y me besaba, o me abrazaba, yo realmente no recuerdo quienes fueron ni por que lo hicieron.
Yo solo quería quedarme con mi madre. Porque solo sabía que en algún momento iban a llevársela y jamás la vería de nuevo.
Tocarla no fue agradable, porque mi madre nunca estaba fría, ella siempre tiene calor en su cuerpo. Ese día su calor se había marchado también.
Mientras la veía, sentado a su lado como una estatua, recordé cuando mi madre me habló de la muerte. Fue el día que fatidicamente murió mi novia en un accidente automovilístico.
Mi madre me habló sobre la muerte y me dijo: la muerte es solo un tiempo de espera, un HASTA LUEGO, tenés que tener Fe Ale, porque volverás a verla algún día.
En mi silencio de lágrimas imaginé que Camila estaba con mi madre, que la recibía junto a ella, que la abrazaba por mi. Desee estar muerto para estar con ellas.
Pero entre mis pensamientos llegó mi pequeño sobrino y se sentó en mis piernas, como reteniéndome en la vida, como dándome un motivo para quedarme aquí. En ese instante supe que mi madre me hablaba a través suyo, seguramente mi madre lo había puesto ahí para que yo comprendiese que debía seguir viviendo.
"nunca dejes la vida" solía decirme " porque los que se van antes de tiempo no encuentran a sus seres amados jamás".
Llevaba varias horas sentado junto a ella y decidí salir a tomar un poco de aire fresco. Lo necesitaba.
Al salir todos mis amigos estaban presentes, me abrazaron, me besaron, eran muchisimos, incluidos mis compañeros de estudios, amigos de la infancia, amigos de la escuela primaria, vecinos, gente de un club al que ya no voy mas, mucha gente, personas del barrio, muchos conocidos que se habían enterado de la mala noticia, no se cómo.
Entrada la madrugada fuimos pocos los que quedamos, yo mismo les pedía que fuesen a dormir, todos trabajaban al día siguiente, así que agradeciendoles los fui despidiendo.
Además necesitaba estar solo con mi familia, con mis hermanos, o simplemente solo.
Así fue, me quedé solo.
Bajo el cielo oscuro de la noche, solo. Sentado lejos de todo, en medio de la oscuridad, recostado sobre un banco de madera similar al de una plaza común y corriente.
Ya volvería con mi madre, pero ahora el que la lloraba a su lado, y en silencio era mi hermano.
Recosté mi cabeza sobre el respaldo del banco y cerré los ojos al silencio y la oscuridad.
Ningún ruido, silencio absoluto.
No se cómo fue que comencé a ver a la poca gente que quedaba por ahí cerca, y quise desdibujar las formas para tratar de adivinar quienes eran...
Pero mis ojos se detuvieron sobre la imagen de una falda larga que se acercaba a mi, unas piernas envueltas en botas, que se dibujaban bajo la falda de seda negra. Pude adivinarla.
Fue un momento en cámara lenta, fue la imagen de su figura acercándose a mi en cámara lenta, con los ojos infinitamente tristes.
Cuando llegó enfrente de mi, dudó. No supo que hacer.
Cómo se había enterado? Cómo había llegado hasta ahí ?
Me puse de pie, como intentando escapar de su abrazo, pero por el contrario me envolví en ella de una forma desesperada y cruel, vacía y llena a la vez.
Pude sentir sus manos entre las mías, y sin decir una sola palabra besé sus manos pequeñas y blancas, suaves y delicadas , diciéndole GRACIAS .
Ella me miró con una tristeza infinita y mientras acariciaba mi rostro me dijo : VAS A PODER SEGUIR ALE, VAS A PODER.
Caminé para alejarme de ella, para escapar de aquella situación terrible de angustia y desolación, y me escondí en uno de los cuartos como un cobarde. Habia sido ella? o yo estaba alucinando por el dolor ? lo habia soñado? , me asomé por la ventana y pude ver su auto y su pareja dentro, era real, estaba ahí conmigo y con el.
Sentí que me faltaba el aire, no podía respirar bien, no lograba entender cómo tantas veces había podido sobrevivir a ella sin morir. Otra vez la muerte me rondaba, pero esta vez, yo lograba escaparme de ella, para refugiarme en los brazos de mi familia, de los amores de verdad.
En mi madre que una vez mas me alentaba a seguir viviendo.

sábado, 12 de septiembre de 2009

LEER Y MORIR

No has llamado. No has escrito. No has venido.
Me pregunto si pensaste en mí. Si has recordado.
Si has pronunciado mi nombre.
Me pregunto cuáles fueron tus pasos, adónde te llevaron, de qué manera sencilla y poderosa te alejaron de mí.
qué música escuchaste?
qué problemas tuviste, cómo los solucionaste, tú que eres experto en solucionarles los problemas a todos.
En qué rincón de tu corazón estoy… tan escondida, tan puesta allí por esa seguridad absoluta que tienes en mi amor.
Dime… ¿qué harías si supieras que otro me ronda, me insiste, que se preocupa por mí?
qué harías si supieras que la soledad se ha vuelto un fruto tan pesado que puede quebrar la rama y caer en otras manos que no sean las tuyas?
Te conmoverías? Sentirías celos?
Tontas expectativas las mías. Vanas.
Invenciones de mujer desesperada.
Jamás se cruzarían por tu mente esos pensamientos.
Y si se cruzaran los barrerías como el otoño barre con la brisa las hojas de oro envejecido que pierden los robles.
Hombre introvertido y omnipotente,
¿cómo puedo creer que tengas debilidades humanas?
Nada rompe tu armadura.
Nada llega hasta el fondo de tu fondo, cerrado con mil candados.
Nunca le diste a nadie ninguna de tus llaves, y las has escondido tan bien, que ni tú mismo podrías hallarlas.
He buscado los caminos: directos, trabajosos, peligrosos.
He buscado atajos: saltando precipicios, sorteando obstáculos que parecieran insalvables.
He buscado las sendas que me lleven hasta ese escondite de tu corazón. Las he transitado… Pero nunca llegué.
Cuando no me interceptas con un desierto infinito, me detienes con un dragón de siete cabezas echando fuego por sus siete bocas, furioso.
Me interceptas, me detienes. qué defiendes, dime?
Yo no voy a atarte, ni a atacarte, ni a hacerte daño.
Simplemente me arrimo para andar a tu lado, para que tomes mi mano cuando la necesites y a veces también, sólo a veces, no siempre, tomes mi mano cuando yo lo necesite.
es demasiado?
Dime: Pero por favor, dime! es tanto?
Si me hubieras conocido hace años, nada me hubiese alcanzado.
Pero tantas angustias que vivido me han enseñado a aceptar espacios y silencios.
Aprendí la cautela. Aprendí la resignación. Aprendí la espera.
No es que me guste, no, ni que lo entienda.
Solamente, lo aprendí de memoria, como esas horribles lecciones que se aprenden para pasar el examen obligatorio.
Y tú… qué aprendiste? aprendiste esa cómoda posición de esperar que un milagro te brinde las respuestas… que Dios en persona se aparezca ante ti para decirte lo que debes hacer?
alguna vez sufriste por amor?
Pero pregunto si sufriste de sufrir, con la mente y con las tripas, las veinticuatro horas del día de corrido sin parar, sin descanso, sin calmantes, puro infierno nomás…
Eso pregunto.
sabes lo que es? tienes alguna idea? No, no la tienes.
No puedes imaginarte lo que es.
Se trata de una experiencia intrasmisible, intransferible.
Nosotros.
Qué bella palabra si nos encerrara a ti y a mí.
A ti, tan entero y sin huellas. A mí, tan quebrada y dolida.
A ti, que el amor te ha sido concedido como una gracia.
A mí, que el amor me ha costado y tanto.
Nosotros.
Si de veras no quieres perderme, como me dices cada vez que te propongo un adiós definitivo, hazme creer que esa palabra al menos nos circundará como un anillo, aunque las separaciones sean más largas que los encuentros y los encuentros tengan la textura áspera de una inminente separación…


Si escribiste esto para mi, a vos te digo, hermosa y dulce, quiero que sepas que todavia se me eriza la piel cuando te leo, cuando te veo y cuando sé que estas lejos, demasiado lejos para mi.

sábado, 5 de septiembre de 2009

SOÑAR TUS SUEÑOS

Cuando uno tiene una tristeza muy grande, siempre se acercan personas a tratar de ayudar, de dar ánimos y paz. Soy una persona afortunada en ese sentido, varias personas se me acercaron para darme solo sentimientos buenos, algunas me han hecho reír, otras me enamoraron, otras me dejaron mails, comentarios de apoyo, otras me han abierto su corazón. GRACIAS A TODOS.

Pero cuando uno lee el sueño de alguien que aprecia, añora que pueda realizarse.
Porque cuando una persona sueña hay esperanzas de superación. Todo es posible cuando una persona puede soñar y volar a un proyecto que solo puede traer felicidad.
La música pone alas, transporta y une.
A través de los oídos un cantante puede transmitir vivencias, semejanzas, lágrimas, pasiones, recuerdos, tantas sensaciones innumerables.
Sé que este blog es visitado por mucha gente, a diario veo en el feed entradas de regiones lejanas, que me visitan, que comentan.
Algunas de esas personas generosas me leen desde el principio, desde ese primer blog en donde salí a gritar mi historia, mi voz.
Cómo agradecerles? nunca supe cómo.
Por eso no quiero dejar pasar esta oportunidad de agradecerle a una de ellas, acompañándola en su sueño que pronto se hará realidad. Muy pronto.
Esta señorita, que vino a mi blog desde el primer post, buscando como tantas otras una visión del amor casi irreal, intangible pero añoradamente cercano, me ha regalado una canción, me ha regalado su voz.
Su disco sale al mercado muy pronto, aquí tienen un adelanto.
No se lo pierdan, vale la pena.

MUCHA SUERTE JACKIE !!! y ante todo MUCHAS GRACIAS.

Principio del Juego

De frente al viento
Mi cara empieza a nublar
Mi cuerpo lento
No te olvida
Fácil.
Un beso atento
Una mirada al pasar
Avísame si es tarde.
Se que pierdo
Se que muero
Si es muy tarde...
(E)
Es el principio del juego
El error que cometo
Y el mal que puedo hacer
Una lagrima surco
Todo mi espacio
Un intento por abrir, mi alma.
Se que pierdo
Se que muero
Si no estás.
(E)
Es el principio del juego
El error que cometo
Y el mal que puedo hacer
(bis)
Es el principio del juego
Que puedo hacer.
Es el principio...
(E)

jueves, 3 de septiembre de 2009

LAGRIMAS Y NARANJAS

Ay... quiero volver a ser un niño. A vivir la felicidad de mi infancia, rodeado y protegido, en donde todo estaba bien y mi casa era un parque de diversiones en donde aburrirse era una utopía.
Cuando uno es pequeño los espacios parecen mas grandes, pero el fondo de mi casa sigue siéndolo para mi, sigue siendo enorme y utópico.
Mi padre en sus ratos libres, en lugar de descansar o mirar televisión, plantaba árboles frutales. Por ese motivos, mi niñez transcurrió entre los aromas frutales de naranjos, higueras, nísperos y ciruelos. Recuerdo que los regaba con una manguera azul que yo utilizaba para jugar con el agua durante las siestas de verano. Se enojaba cuando la encontraba tirada, embarrada y toda enredada en el piso, y yo que estaba en la otra punta del patio escuchaba sus gritos: Ale! vení acá y ordená esta manguera! te dije que no la uses para jugar!. Yo corría a la voz de : si papá! a su lado, sin miedo, sabiendo que su enojo duraría poco.
Todo embarrado, con mis pequeñas manitos, trataba de enroscar la manguera azul, larguísima y pesada, y cuanto mas lo intentaba mas me ensuciaba. Y cuando ya casi estaba enroscada prolijamente, mi padre abría el grifo y me dejaba como un descuido que lo moje, al principio como por accidente, y luego a propósito y entre gritos de niño loco, lo empapaba de pies a cabeza, y entre risas, terminábamos jugando con el agua y enredando nuevamente su manguera azul.
Todavía están los árboles frutales, y cada año nos regalan sus sabores y perfumes.

El domingo pasado, mi madre estaba bajo la planta de naranjas, sentada en un juego de sillas y mesa que le había regalado mi padre. Ese lugar conserva un aroma especial, todo el año, y mi madre siempre solía sentarse ahí.
"Este es mi lugar preferido", me dijo sonriéndome, y cortándome gajitos de naranjas como cuando era niño, sobre un plato blanco con flores azules. Eran las naranjas que había sembrado mi padre, que había cuidado con tanto amor y dedicación, para que mi madre las degustase y las disfrutase junto a nosotros.
A mis hermanos no les gustan las naranjas, a mi me encantan. Las naranjas son el aroma de mi madre.
Ella solía cortarlas del árbol, lavarlas y guardarlas en lugares frescos. Eran enormes y dulces, y tenían ombligos como hijitos. En mi niñez, sin dudas esos ombligos eran hijitos. Me gustaba mucho cuando ella me los daba, eran como pequeñas naranjitas paridas por una naranja madre.
Ella me hacia gajitos de naranja bajo el árbol que las había engendrado, que a su vez fue el árbol que sembró mi padre. Una cadena de amor perfecta, en la cual yo era el último eslabón.
Así transcurrían mis días, junto a mi madre siempre presente, entre frutas y aromas, entre pasto y agua, entre sonrisas y curiosidades. Trepando y cayendo, corriendo y saltando. Con un perro manso y juguetón, mis hermanos y los juegos, los árboles y la sombra, y mi madre...

Hoy dejé mi trabajo para ir al árbol de naranjas quizá para encontrarla de alguna forma.
Me senté en su espacio favorito, sentí su aroma y sin decir una palabra recordé todo esto, y a mi padre.
Había un silencio de muerte, de ausencia, y de tumba.
De a momentos me sentí un extraño en ese lugar sin ella, y algunos instantes hasta tuve impulsos por salir huyendo.
Cerré los ojos, incliné mi cuerpo sobre la mesa, y dormité en el silencio.
El aroma de las naranjas comenzó a traerme su imagen, su voz, su sonrisa y sus manos laboriosas.
Lágrimas caían sobre la mesa, lágrimas que ni yo mismo sabía que todavía quedaban.
Llegaron los por qué? los cómo? y la culpa de no haber sido ese hijo perfecto que ella merecía.
"No quise que lloraras por mi, o preocuparte " me hubiese gustado decirle.
Y en ese momento en donde el cielo gris parecía poner todo mas triste, salió el sol.
Brilló entre las nubes oscuras, como una ráfaga de aliento, iluminando todo, como una esperanza. Dando luz a la escenografía perfecta de mi niñez feliz.
Y así recostado sobre la mesa, me sentí ese niño que se dormitaba haciendo las tareas del colegio, o ese que miraba las hormigas y jugaba , o ese que soñaba con ser marinero.
Y en ese momento inmerso de niñez y de recuerdos, también llegó mi hermana con el bullicio de los niños, sus hijos.

"Tuve la necesidad de venir al árbol de naranjas" me dijo.

Entre gritos y risas, los niños, corrían junto a nosotros y me abrazaban saludándome.
Mi hermana se sentó junto a mi y pude ver el llanto al borde de sus pupilas, pero aún así, me sonrió.
Me abrazó fuerte y me susurró al oído un "te quiero" hermoso y curativo.
Sin dudas mi madre también había sembrado , todos estos años, debajo de ese árbol de naranjas.
Sin dudas dejó frutos cosechados antes de partir, en ese lugar fresco, donde solía compartir sus tesoros cotidianos y eternos.

Un lugar feliz.

ADIOS MAMÁ

No puedo despedirte.
Quisiera poder dejarte ir como hice con otras personas,
con los que me dañaron, con los que me amaron, pero a vos no puedo soltarte...
No puedo no puedo no voy a poder jamás.
No se como se hace, no se como se sigue sin vos.
El alma se me muere, los dias se me hacen infinitos,
todo el mundo está creciendo menos yo.
Me siento a la deriva sin tu beso, sin tu imagen y sin poder abrazarte.
Cómo hago para continuar? cómo hago?
Necesito oir tu voz.
Necesito de tus olores, de tus sabores y de tus quejas.
No conozco la vida sin tenerte. Cómo hago? Cómo se sigue?
Cómo se puede vivir sin techo?
Ay que dolor mas enorme siento en el cuerpo.
Ay si pudieras poner tu mano en el para aliviarlo.
Duele mucho, duele el Alma, duele todo.
Cómo hago mamá? Cómo hago para superar tu ausencia?
todavia no lloré demasiado y sin embargo mis ojos ya no tienen lágrimas.
Ningún dolor se compara, ningún dolor.
He dejado de ser hijo y aún no soy padre.
Cómo voy a seguir con esas ausencias?
No quiero ser huérfano, no quiero.
Quiero sentir tus brazos como cuando era niño,
quiero que seques mis lágrimas cada vez que llore,
Necesito oir tus retos cuando no te complazca,
y tus caricias suaves cuando crea que voy a morir.
Quién me arrancará de la muerte ahora?
porque solo podías hacerlo vos mamá.
Solo vos.
Cómo se sigue sin vos ?
Cómo hago para continuar ?
Se que me enseñaste a ser fuerte
a no decaer sin pelear hasta la muerte,
esa es tu herencia y tu legado
aunque vos me tenías a mi para pelear
en cambio yo no tengo a nadie
Mi sangre se derrama sin dejar rastros,
sin dejar descendencia.
Si muero nadie llorará por mi y podré estar a tu lado.
Pero conozco tu voz salvándome vida
y vivo por tus ojos que suplican y me ponen de rodillas:
" No lo hagas nunca hijo
No dejes nunca de vivir °.

martes, 1 de septiembre de 2009

to be continued...

Dejo este post solo para conservar los comentarios.
GRACIAS A TODOS.
Continuaré con el blog.

TERREMOTOS EN EL MUNDO

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Reza por ellos, tu podrías ser el próximo.

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